Leo en ElPais.com la historia de Madelaine Z.
Iban a vivir un momento intenso, emotivo. Excepcional. Pero no ilegal, en opinión de DMD. La ley española (artículo 143 del Código Penal) castiga con la cárcel a quien induzca al suicidio o coopere «necesariamente» con él, es decir, con medios imprescindibles para que el enfermo muera, como proporcionar fármacos para un cóctel letal o recetas, según DMD. En este marco legal, la asociación facilita desde julio de 2006 a los socios con más de tres meses de antigüedad una Guía de autoliberación elaborada por médicos y revisada por juristas del grupo. Se trata de información ya publicada o que se puede hallar en Internet para procurarse una muerte digna con diversos métodos, entre ellos mediante una mezcla de fármacos. «El suicidio es impune en España, y dar información también lo es», señala el documento. DMD mantiene que, en ningún caso, induce al suicidio y ofrece a los socios acompañar sus últimos momentos con voluntarios. Madeleine aceptó.
Y leo en JabalíDigital
Será que necesitamos convertir las historias reales en ficción para que se genere un debate social
quién quiere ser el nuevo Amenábar
creemos que todo el mundo es responsable para saber si quier e vivir o no y nadie le puede quitar la dignidad a nadie.
SOMOS UNAS CAXONDAS